En «Ferrum, Nueva Vida», Rafael Rubio Santoyo transforma materiales abandonados, como hierro, madera y vidrio, en esculturas que irradian una poética de tiempo y reinvención. Esta exposición celebra la paciencia y la observación como herramientas esenciales del proceso creativo, donde cada objeto rescatado de chatarrerías y desguaces encuentra una nueva función: la estética. Rubio convierte su arte en un diálogo con el tiempo, revelando la belleza oculta en lo cotidiano y lo desechado.
Las esculturas son más que piezas; son testimonios de una relación respetuosa y armoniosa con la forma, el equilibrio y la naturaleza. Cada obra nos invita a reflexionar sobre el valor del tiempo y la capacidad del arte para dar nueva vida a lo que parecía olvidado.